Manifesto

Sin HERENCIA no hay PSIQUE.

Sin psique no hay PALABRA.

Sin palabra no hay NOBLEZA.

Sin nobleza no hay VERDAD.

La hærentia (herencia) se refiere a las cosas que están unidas. Refleja los principios básicos de la vida, impresos en la transmisión genética, y de la muerte, a través de la transmisión de los bienes y las obligaciones. La hærentia se refiere a las cosas que están unidas. Algunas culturas creen que son independientes pero están unidas también, como los principios organizadores del cosmos que tan bien explica la física contemporánea. Sabemos mucho pero no lo sabemos todo de eso. Pasa como con nuestro ADN, sabemos mucho pero no lo sabemos todo de eso. A mí solo me interesa saber mucho sobre nosotros mismos, desde la psicología hacia cualquier otra ciencia.

La familia es el primer lugar de la hærentia del patrimonio físico (lo que poseemos y dejamos como legado) y genético (lo que somos y dejamos como legado). La familia es el primer contenedor de procesamiento. Contiene las primeras emociones básicas, los primeros sustos que experimentamos pero también los primeros apegos fuertes y sólidos que luego convertiremos en recursos de autoapoyo en la caja de herramientas que es la subjetividad. Cuando esto no pasa, se generan asuntos inconclusos o traumas. Hay Traumas que tienen la T grande y traumas que tienen la t chica. Cuando no hay traumas, hay lugares seguros. Los lugares seguros son espacios de procesamiento sintónicos, que nos hacen bien y nos son útiles.  Cuando hay traumas, hay espacios de procesamiento distónicos: lugares que nos hacen daño y que son inútiles. Normalmente no nos gusta tener cosas inútiles: ocupan espacio y energía y no dan nada. A mí solo me interesan los lugares seguros.

La hærentia (herencia) se refiere a las cosas que están unidas. Refleja los principios básicos de la vida a través de la transmisión de los bienes y las obligaciones. Los bienes son las cosas que deseamos hacer o tener, las obligaciones son las cosas que tenemos que hacer o tener. Un bien es una casa, una obligación es tener alimentos y comer. Un bien es el derecho de autodeterminación de género, una obligación es tener un DNI. Un bien es saber un idioma o dominar un arte pero solo si se transfiere. Si no, sólo es una habilidad pero si se comparte (si se hereda) se convierte en un bien. La sociedad avanza gracias a los bienes y los bienes se generan si las obligaciones están cubiertas. A mí solo me interesan los bienes.

Los primeros bienes que inventamos fueron el discurso (la palabra), la propiedad (la herencia), la magia (la psicología), el estatus (la nobleza) y el método (la verdad). Un método es noble cuando ya no es imprescindible y así puede recrearse. Cuando un método se recrea, se vuelve eficiente, se estiliza, gana altura. Una vasija de barro es imprescindible para transportar agua o almacenar grano pero cuando sobran vasijas y sobra tiempo ya no son imprescindibles y pueden recrearse. Al recrearlas, ascienden al estatus noble que les proporciona la verdad del método artesano de la alfarería. La artesanía, el arte menestral, es el lugar seguro de la creación y el primer antepasado genético del arte contemporáneo. A mí solo me interesa la artesanía.

Yo hago arte centrado en la HERENCIA, la PSIQUE, la PALABRA, la NOBLEZA y la VERDAD.

Y no finjo hacerme preguntas, me hago respuestas. Trato de fascinarme y de curarme: para eso me parece que sirve el arte, para nada más. Me estoy contando cosas a mí mismo desde cualquier punto cardinal de mi propia historia. Porque mi historia puede unirse en algún punto con cualquier otra. Pasa lo mismo que con la hærentia, que se refiere a las cosas que están unidas. Yo quiero hacer un arte sin dolor, por placer, de verdad.

Sin DOLOR, por PLACER, de VERDAD.

Eso es todo.

Ariel Déniz-Robaina